El juego completo de Erling Haaland lidera al Manchester City
En pocas palabras, Erling Haaland, capitán del Manchester City por segunda vez, Botas de Fútbol Adidas F50 FG lideró a sus compañeros de la misma manera que lo ha hecho durante sus más de tres años en Inglaterra. Los capitanes pueden ser enérgicos, pueden esforzarse al máximo, pero realmente no hay mejor manera de dar ejemplo que cumpliendo con su deber lo mejor posible.
Una vez más, Haaland hizo precisamente eso: un potente remate con el revés para culminar una elegante jugada del City, acabando con cualquier esperanza que su antiguo club, el Borussia Dortmund, pudiera tener de remontar la ventaja que Phil Foden había conseguido siete minutos antes. Este fue el Haaland que ha destrozado defensas a lo largo de su carrera. Domina el segundo palo, esperando el balón y sabiendo que, cuando lo reciba, no fallará. Así es como se consiguen 18 goles en 14 partidos con el club esta temporada. Eso es lo que puede valerle el Balón de Oro.
Ahora bien, si el City quiere ganar títulos, necesitará esa chispa de su mejor jugador, más allá de lo que ha demostrado en los últimos años. Incluso en una noche en la que Foden anotó un doblete brillante, este es el City más dependiente de su estrella que se ha visto bajo la dirección de Pep Guardiola. Dependiendo de la opinión que se tenga sobre los últimos equipos del Barcelona de Lionel Messi, este podría ser el club de élite más dependiente de su estrella en lo que va del siglo.
En tales circunstancias, Haaland tiene la responsabilidad de facilitarle el trabajo a sus compañeros, de hacer algo más que ocupar una posición de gol y esperar a que le llegue el balón. A veces tiene que ir a buscarlo y aprovechar su carisma de diferentes maneras. Sería un placer ver más de esa faceta; pocas imágenes en cualquier deporte son tan emocionantes como ver a Haaland jugando como un base de baloncesto, como la carrera arrolladora que protagonizó en el minuto 27 de esta noche.
Tras un rápido saque de falta de Nico González, se abrió un espacio frente a la defensa de tres del Dortmund. Haaland avanzó con el balón, con Felix Nmecha pegado a su hombro izquierdo y Waldemar Anton apenas capaz de seguirle el ritmo al imparable nórdico. El resto de la defensa hizo lo que es natural en tales circunstancias: se abalanzó sobre el balón, cuatro cuerpos convergiendo sobre Haaland, ninguno capaz por sí solo de frenar el tren de carga que se les venía encima. Y entonces, con un toque sutil que quizá no se asocie inmediatamente con él, Haaland desvió el balón hacia su derecha. Nico O’Reilly, sin marca, tal vez se había adelantado un instante, o quizá el pase fue ligeramente impreciso. Sea cual sea la explicación, el disparo fue un gancho algo débil, pero aun así hizo falta una gran parada de Gregor Kobel para evitar la asistencia de Haaland.
Aun así, sus compañeros corrieron a celebrar al capitán del City, colmándolo de la misma admiración que recibiría instantes después por el gol de la victoria. Saben lo efectivo que puede ser este Haaland, el Haaland que, como dijo Thierry Henry antes del partido, “solía jugar el partido”, pero que ahora “lo piensa”.
Él entiende que ya no son Kevin De Bruyne ni Joao Cancelo quienes le centran el balón. Haaland necesita facilitarle las cosas a sus compañeros. Como señaló Henry, eso significa desmarques, más movimiento y menos espera a que llegue el balón. El movimiento de Haaland no solo crea oportunidades para sí mismo, sino que también genera espacios para los demás.
Esto quedó claro en el primer gol del City. Cuando el balón llegó a Foden, Botas de Fútbol adidas su capitán podría haber avanzado con potencia esperando un pase al hueco. En cambio, realizó un desmarque en diagonal por fuera del central derecho en la defensa de tres del Dortmund. Ese defensor tuvo que seguir a Haaland, lo que impidió que el central saliera a por el balón. Los dos metros de espacio que se crearon fueron más que suficientes para que Foden encontrara su línea y la colocara en la escuadra.
Quizás esto le esté atribuyendo a Haaland una generosidad mayor de la que realmente demuestra. El cambio en sus carreras podría deberse a su deseo de facilitarle las cosas a sus compañeros, o quizás se trate de un delantero obsesionado con el gol que ha llegado a la conclusión de que tendrá que esforzarse más ahora que De Bruyne no está para servirle ocasiones de gol. En definitiva, da igual. Haaland no solo ha mejorado su propio juego esta temporada, sino que también ha empezado a mejorar el de sus compañeros. Eso supone un reto intimidante para quienes aún no se han enfrentado al City.




